Después de una decepción con una persona siempre decimos que
no volveremos a ilusionarnos con nadie hasta no estar seguros 100% de que es la
persona adecuada.
Esto es una de las mentiras más grandes que nos decimos a
nosotros mismos ya que cuando llega una persona con la que conectamos y con la
que nos sentimos a gusto es inevitable no ilusionarte incluso después de una decepción.
Ninguno de nosotros controlamos los sentimientos tanto como
para decidir cuándo ilusionarnos con alguien y cuando no, son cosas que pasan
sin que podamos hacer nada y la verdad es que es maravilloso que nos pase.
En vez de pensar en el mañana piensa en lo que estás
viviendo en este instante y disfruta de ello dure lo que dure porque no tenemos
una bola de cristal para que nos diga que va a pasar mañana.
Puede que salga mal y te lleves otra decepción pero también puede que salga bien y encuentres al amor de tu vida.
Puede que salga mal y te lleves otra decepción pero también puede que salga bien y encuentres al amor de tu vida.
Solo tú puedes elegir que prefieres hacer, estar en casa llorando
por la última caída o levantarte y seguir adelante.
Si no te levantas nunca conseguirás nada en la vida porque nadie va a ir y te va a levantar del suelo, tiene que salir de ti.
Si no te levantas nunca conseguirás nada en la vida porque nadie va a ir y te va a levantar del suelo, tiene que salir de ti.
Yo personalmente seré de las que se ilusione me lleve las
decepciones que me lleve porque prefiero vivir esa ilusión con alguien dos días
que estar siempre llorando y no conocer a nadie.
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